Descorchamos la botella y brindamos,
fundidos en un abrazo.
Mi vida en un pañuelo,
lencería en el suelo,
y el pecado de besarte.
No hay penitencia que salve
mi Alma rota.
Dónde no llegan mis palabras puede que llegue mi música
Descorchamos la botella y brindamos,
fundidos en un abrazo.
Mi vida en un pañuelo,
lencería en el suelo,
y el pecado de besarte.
No hay penitencia que salve
mi Alma rota.