Duermes
y tus ojos cierran las persianas de tu alma,
tu corazón se ralentiza y el aire se detiene en tu pecho.
Duermes, y callas,
y en el descanso de tu cuerpo te observo y me estremezco,
te abrazo y acaricio,
deseando que este momento no termine nunca.
Sincronizar nuestra respiración,
sentir perderme contigo en el mundo onírico, y saber
que cuando todo acabe y la luz alimente de nuevo nuestra piel,
lo primero que vea seas TÚ.
Poder cruzar miradas que distan un palmo,
sentir bombear tu corazón de nuevo, y tu aire golpear mi cara
Y en medio de ese proceso, intercambiar una infantil y tonta sonrisa
porque me encanta despertar a tu lado.