Sale espontáneo, el dejarnos llevar
embarcar sin destino fijo, abriendo el camino,
y aprender a caminar
Sale como si nada, como estas miradas
que dicen todo sin mediar palabra
y la sonrisa de tu cara
Sale de repente, como los versos que se escapan
al tocar la guitarra, entre miedos y ojalás
y al final se callan
Salen el sol y las estrellas
para volverse a esconder una y otra vez
y nuestros espontáneos sueños
Y siempre salen, aquellos que escondidos
en sus madrigueras de miedos
te gritan un ya te lo dije
Y sabemos que lo que sale es lo que ha entrado
el veneno que me has inoculado
cuando me dijiste aquella vez, quédate